22 de abril de 2012

Wendy a Garfio

En un momento de soledad:

-Te quiero. Todo lo demás, todo lo que nos separa, todo lo que nos diferencia, me da igual.

21 de abril de 2012

Bordeando el abismo

Cien kilómetros al sur por la autopista llegas a un acantilado donde los martines pescadores se lanzan en picado contra las olas embravecidas en busca de alimento. A veces es peligroso, pues el agua es traicionera y no son pocos a los que les cuesta volver a la superficie con o sin su presa.

Sin embargo el magnetismo es muy fuerte. Están hipnotizados por las fuertes corrientes y las pequeñas figuras plateadas que hay en movimiento bajo la espuma.

Rocas, rocas afiladas por todas partes y ellos, ajenos al peligro, insisten en arrojarse contra el mar porque les va la vida en ello.

Bordear un abismo puede ser peligroso. Un paso, otro paso, otro paso. A veces ligeros fragmentos de roca se desprenden y caen, haciéndote sentir el vacío bajo tus pies. ¿Y cómo acabar entonces con el miedo?

La mejor forma de vencer la tentación es caer en ella, dice Wilde.

La mejor forma de sortear el abismo es arrojarse a él, entonces.

La única pregunta que hay que hacerse, pues, es si te vas a tirar con los ojos abiertos o cerrados.